Resulta un hecho palpable que las viejas casas y caseríos de piedra que han quedado abandonados por sus moradores, sufren un continuo deterioro a lo largo de los años conviritiéndose en ruinas, quedando tan sólo en pie las recias paredes de piedra que los sustentaban.
En este caso, vemos una pared de piedra de lo que fue una vivienda con su cuadra anexa, invadidas por la vegetación. Una gran puerta de madera daba acceso a la vivienda.