Con la llegada del otoño, como cada año, las hojas de los árboles tornan su color verde por amarillos y ocres, dando fin al ciclo que comienza en la primavera.
En esta época otoñal, los paisajes de los bosques poblados de árboles autóctonos, encinas, robles y hayas principalmente, adquieren unos colores intensos, dotándolos de una gran belleza.
Es un verdadero placer pasear por un bosque en esta estación, sobre todo, como en mi caso, provisto de una cámara de fotos con la que buscar esas imágenes que luego, una vez en casa, vuelvo a disfrutar eligiendo las más llamativas.
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